Graves altercados por el estado del servicio WiFi

A las 12:00h del pasado 8 de octubre, cientos de alumnos llenaron los pasillos del campus sur de la Universidad Politécnica de Madrid de forma pacífica en protesta por el estado del WiFi del centro.

Aquí tenemos a algunos de los manifestantes
Aquí tenemos a algunos de los manifestantes

Según nos declara uno de los manifestantes, Juan Jorge Jiménez de la Jota: «No podemos aguantar más esta situación. Ya no puedo ni siquiera cargar el porno a 240p, y así nunca lograré descubrir el clítoris. ¿Qué esperan? ¿Que me lo descargue en casa?«.

Los asistentes además han coincidido que se trataba de una «concentración espontánea» que se había forjado a través de notitas pasadas en clase «porque a la mayoría no nos quedan datos», tras la cuarta vez que se caía el WiFi en solamente dos horas.

Aquí tenemos a los manifestantes llevando uno de los lemas del día
Aquí tenemos a los manifestantes llevando uno de los lemas del día

Los rumores entre los manifestantes indican al catalizador de los mensajes a una clase de primero, agobiada por ver desaparecida su única forma de efusión de la realidad durante la clase de Fundamentos de Computadores.

«Había muerto un famoso y no podía tuitear, tuve que prestar atención a Gascón y ahora me dejo un dineral en el psicólogo.»  Comenta un alumno anónimo.

A la manifestación se han unido varios profesores, mientras coreaban al unísono » Sin WiFi no hay Educación» y «Al LoL se juega mejor en clase«, junto a algún aislado » Sillones para las Siestas«.

Desde la junta de coordinación que encabeza la manifestación declaran, «hemos enviado una queja formal al Comité de Derechos Humanos las Naciones Unidas, esperamos una respuesta pronto», profundamente decididos continúan, «Esta situación es insostenible, y las repuestas de la Dirección son una auténtica vergüenza».

La coordinadora de la manifestación solicita además que se abran los puertos cerrados para los protocolos p2p y para juegos online, asegurando que de no ser así se estaría bloqueando la interacción cultural entre los miembros de la comunidad estudiantil.

Uno de los jóvenes manifestantes en busca de cobertura

Nos aseguran desde la Delegación de Alumnos que no se ha dañado la propiedad, a pesar de las quejas de asociaciones ecologistas de ver a estudiantes subidos a los árboles con los móviles en lo alto.

«Estaban intentando recibir Whatsapps», indica un viandante.

Desde el centro de cálculo se ha enviado una nota de prensa aclarando la situación. En ésta reza: «Creemos se está exagerando la situación. Aunque esté lejos de ser perfecto, por lo menos no es como en nuestros tiempos cuando teníamos que entrenar palomas». También se niegan en rotundo a responder a las demandas de los manifestantes: «No tenemos recursos suficientes para manejar la cantidad de conexiones que supondría abrir el puerto a los servidores de Riot Games». Mantienen que se basa en razones técnicas y no académicas: «Es imposible que el rendimiento escolar empeore permitiendo jugar online».

 

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