La necesidad y la responsabilidad de construir una escuela amable para todos

Me gustaría que este artículo no existiera. Realmente me gustaría creer que la primaria, secundaria y bachillerato fueran fases suficientes para haber recibido y aceptado para uno mismo los valores cívicos básicos que se esperan en el ámbito universitario. Sobre todo por el minúsculo detalle de que ya somos adultos.

Adjunto un tuit relevante de nuestro Subdirector de Ordenación Académica (ligeramente modificado por legibilidad).

Era de esperar que en grupos de WhatsApp como los que creó la Delegación de Alumnos de la ETSISI para los distintos grupos de clase hubiera cierto descontrol y falta de educación. Va implícito en el concepto. Grupo de WhatsApp con enlace público, cierto anonimato y querer ser el graciosete de clase a cualquier precio. Enhorabuena, supongo. La represalia que te puede caer es perder el acceso a dicho grupo y ser el «graciosete» del grupo. Gracias a Delegación de Alumnos por moderar en la medida de lo posible dichos grupos.

«NoooOOooOO me sensuraron las feminasiIiIIiiiiIiiiis»

La situación adquiere un cariz peligrosamente indomesticable si esto mismo sucede en el chat de las primeras clases telemáticas del curso. Podría aceptarse algún chiste inocente, alguna salida del asunto de la clase, incluso compartir el código de una partida de Among Us mientras dura la clase. Sin embargo, la chiquillada fuera de lugar parece que abre la puerta a conductas que no son aceptables.

La universidad debe ser un espacio abierto y libre de todo tipo de violencia y esto debe extenderse a su modalidad online. No tienes ningún derecho a insultar, menospreciar ni acosar absolutamente a nadie de su comunidad. Si lo haces, acepta todas las consecuencias que puedan acarrear tus decisiones, aunque sea tu primer día o el último.

Y así parece haber ocurrido, no sólo en nuestra escuela, sino en muchas de la Universidad Politécnica de Madrid. Hasta el punto de tener que pronunciarse la Delegación de Alumnos de la UPM y múltiples directores de escuela.

Todavía no hemos recibido ninguna noticia a nivel institucional de la UPM. Esto no sorprende, sus redes sociales son únicamente promocionales y rara vez traen noticias amargas. Tal vez el comunicado de la futura comunicación del comunicado oficial sobre el asunto esté en borradores del webmail y llegue pronto a nuestras bandejas de correo.

Existe debate respecto a la severidad del posible castigo para aquellos que hayan incurrido en estas faltas contra la comunidad de la universidad. Las opciones varían desde una amonestación privada hasta la expulsión de la universidad con el respectivo expediente académico que eso conlleva, es posible que no te acepten en otra tras esto.

Algunas posturas abogan por la expulsión directa de los alumnos que han causado este revuelo mientras que por el otro extremo hay quienes consideran que el suceso no tiene mayor relevancia y debería simplemente dar un toque de atención. En cualquiera de los casos, una moderación más estricta de los puntos de encuentro online es necesario mientras existan quienes son incapaces de comportarse.

Mi opción favorita es una combinación de las sanciones posibles: Amonestación privada, retirada del derecho a la docencia, pérdida de la evaluación continua. Con un añadido: comunicado oficial a la comunidad univeritaria sobre del suceso y de las sanciones que se han llevado a cabo.

¿Qué medidas esperas por parte de la escuela o de la universidad?
Háznoslo saber en las respuestas al siguiente tuit.

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